diumenge, 26 de juny del 2011

Hojas

No suelen llamar la atención, como las flores o los frutos. Sin embargo, la mirada atenta no tarda en descubrir en ellas tesoros de belleza. ¡Qué hermoso es un hayedo o un bosque de castaños, en cualquier estación, pero, especialmente, en otoño!


Las hojas de magnolio son especialmente bellas cuando ya llevan cierto tiempo muertas:



Algunas rivalizan con las flores por su espectacular simetría y colorido. Éstas creo que son de ricino:



El acanto se ha tomado como modelo decorativo por lo menos desde que inspiró los capiteles corintios. A contraluz, estas hojas de acanto aparecen con toda su fuerza expresiva:



Las hojas de palmeras y palmitos tienen una elegancia especial, ritmo y simetría:




El cromatismo de las hojas de arce es especialmente intenso cuando brotan y cuando están a punto de caer:


Con el iPhone 4 no es nada fácil fotografiar objetos pequeños cuando detrás hay una superficie que tiende a enfocar con preferencia. En este caso tuve que utilizar una Olympus con macro y flash para conseguir captar bien las pequeñas hojas centrales. Si hubiese dispuesto de una cámara reflex con enfoque manual habría intentado hacer la foto con luz difusa y el diafragma bien cerrado, para aumentar la profundidad de campo. Probablemente habría tenido dificultades para obtener una foto nítida. Pequeñas aperturas requieren tiempo de exposición largo, y trípode, y la menor brisa hace que la foto salga movida.