Algunos cipreses tienen troncos prodigiosos, anudados. Parecen hechos de lava solidificada.
La corteza de los plátanos, en cambio, es plácida, como un mosaico de tonos ocres y verdosos.
Las palmeras esconden en la base de las hojas cortadas verdaderos paisajes en miniatura:
Y los pinos, aparentemente tan monótonos, son variadísimos...
E incluso después de muertos son hermosos.